miércoles, 2 de abril de 2008

Las aventuras de Gazza

Paul Gascoigne vuelve a las andadas. Y lo de “vuelve” es un decir. Ya el pasado mes de febrero, sin ir más lejos, Gascoigne fue detenido y recluido contra su voluntad conforme a la ley de salud mental de Inglaterra y Gales. En la actualidad se encuentra bajo tratamiento médico. Ahora, según la prensa inglesa, el ex futbolista ha sido acusado de agredir y amenazar a un taxista tras negarse a pagar los 500 euros del recorrido que realizó desde Newcastle a Birmingham. Gazza se enfrenta a una posible condena de dos años de prisión. Además, según la versión del taxista, durante el viaje el ex internacional no dejó de beber y, una vez en Birmingham, Gascoigne comenzó a gritar que "no soy un jodido millonario. Estoy pasando por un divorcio", marchándose sin pagar. Pero este no ha sido un episodio aislado en la vida de Gascoigne. Su curriculum de excentricidades es amplio…


Una hora después de jugar un partido con Inglaterra, se reunió con dos compañeros en un pub. Gascoigne acudió vestido completamente de futbolista, calzando aún las botas.

En una ocasión, cuando jugaba con el Tottenham, sustituyó unas diapositivas sobre tácticas que iba a mostrar el entrenador Terry Venables por imágenes pornográficas.

Estando en Londres, bajó de su coche para pedirle a un obrero que le dejase su taladro neumático. Este accedió y Gazza machacó el pavimento.

Los responsables de la cobertura televisiva de Italia 90 tuvieron la idea acompañar las imágenes de las alineaciones con una pequeña filmación de cada jugador diciendo su propio nombre. Gazza, en lugar de su nombre dijo “puto gilipollas”. La televisión tuvo que utilizar la gracia durante todo el torneo.

Cuando disputaba las semifinales del Mundial 90 contra Alemania vio una amarilla que le hubiera impedido jugar la final (los pross perdieron) y lloró como un niño sobre el césped.

Le reservó una serie de sesiones en un solárium a su compañero Tony Cunningham, de raza negra.

Su hijastra Bianca Gascoigne es bastante famosilla en Inglaterra. El por qué, lo podéis ver aquí.

En un partido que le enfrentaba a Noruega, los periodistas nórdicos le preguntaron a Gazza si tenía algún mensaje para sus próximos rivales y de inmediato respondió: “Sí. Que os jodan Noruega”.

En un campeonato de golf de carácter caritativo, Gascoigne quiso gastar una broma a uno de los que jugaba justo detrás de él. Para ello, al acabar el hoyo, dejó un “regalito” escatológico dentro del agujero para que al recoger la bola se llevara alguna desagradable sorpresa.

Jugando en el Lazio, le preguntaron acerca del juego de su equipo, a lo que respondió con un sonoro eructo al micrófono de la televisión.

Mandó una rosa al vestuario del Wimbledon para Vinnie Jones (otro que tal baila), después de la tortura a la que le sometió Vinnie (ver). Este a cambio le mandó una escobilla de baño.

Jugando en el Galsgow Rangers, durante un partido de máxima rivalidad religiosa entre protestantes (Rangers) y católicos (Celtic), celebró un gol fingiendo tocar una flauta (ver), al estilo de las polémicas marchas protestantes de la anticatólica Órden de Orange. Recibió amenazas de muerte por ello.

Le consiguió una cita a uno de sus mejores amigos con una bonita chica. Esta era en realidad un travesti.

Gascoigne llegó a romperse un brazo intentando parar a un rival con un codazo.

En un partido le robó las tarjetas al árbitro y le mostró la roja al colegiado.

En una ocasión le olisqueó el sobaco a un árbitro mientras este levantaba el brazo para señalar una falta.

Y además de todo esto, Paul Gascoigne jugaba al fútbol. ¡Qué crack!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande Gazza!!!!

Fue un gran futbolista, la lástima son esos pobremlas de salud mental que tiene que han hecho que sea más recordado por sus escándalos que por su ser futbolista!!!

Un abrazo

Dani Jerez dijo...

Como futbolista no fue nada malo, pero es de esos jugadores que se les va mucho la cabeza, y es una pena porque talento tenía.

Un saludo de http://cibermadridista.blogspot.com